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¿Te has preguntado qué es exactamente el amor? Tómate un momento para pensarlo. (1)
No es fácil de definir. Un poeta escribió una vez que cuando la pluma se pone en el papel y escribe sobre el amor, se rompe en dos. Cuando intentamos expresar nuestro amor, nos resulta muy difícil encontrar las palabras adecuadas. Las expresiones que utilizamos no representan completamente lo que está ardiendo en lo profundo de nuestros corazones.
Esto puede explicar por qué asociamos el amor con acciones y no sólo con palabras. Nos abrazamos, compramos regalos a nuestros seres queridos y be-samos a nuestros hijos. El amor es verdaderamente un sentimiento poderoso, único e irresistible. Amamos una cosa o a una persona porque nos hacen sentir bien.
Muchas personas aman a los demás por lo que han hecho por ellos. Por ejemplo, las personas aman a sus padres por lo que hicieron por ellos. Nuestros padres nos cuidaron, nos alimentaron y proveyeron para nosotros; esto conduce a sentimientos de gratitud y amor.
Sin duda, de esto podemos ver que el amor, en parte, proviene de un profundo y arraigado sentimiento de gratitud, es ese sentimiento el que nos hace querer
corresponder y devolver el favor. También podemos amar a alguien no porque hayan hecho algo por nosotros, sino porque su naturaleza es tal que nos
hace amarlo.
Un ejemplo de esto son las figuras históricas que nos inspiran. Aunque puede que no seamos beneficiarios directos de algo que hicieron, sus cualidades, como la valentía, la generosidad y la creatividad, nos hacen amarlos.
Un Dios amoroso
Lamentablemente, también puedes amar a alguien que ha perdido el amor por ti o que nunca te amó en primer lugar.
Esto puede ser extremadamente doloroso y perturbador. Pero hay un amor que no es así, un amor que es totalmente único, ese es el amor de Dios. Él quiere que busquemos Su amor, y ciertamente Dios ama a aquellos que se embarcan en ese viaje.
¡Puede que realmente seas alguien a quien Dios ama, y una señal de ese amor es que estás leyendo esto ahora! Uno de los nombres de Dios es “el más Amoroso”, Él es la fuente de todo amor, Su amor es más grande que cualquier amor mundano que hayamos experimentado.
Esto debería inculcar en nosotros un profundo anhelo por Su amor, ya que este es el mejor regalo que cualquier persona puede recibir. El amor de Dios es una fuente de tranquilidad, paz interna y felicidad eterna en el más allá.
“Los corazones de los creyentes se sosiegan con el recuerdo de Dios. ¿Acaso no es con el recuerdo de Dios que se sosiegan los corazones?” Corán 13:28
El amor de Dios trasciende todos los tipos de amor, incluido el amor de una madre. El amor de madre, aunque desinteresado, se basa en su necesidad interna de amar a su hijo, este amor la completa, a través de sus sacrificios y esfuerzos, se siente plena y satisfecha. Pero cuando hablamos del amor de Dios, Dios es un ser independiente, autosuficiente y perfecto. Él no requiere nada, y Su amor no se basa en una necesidad, por eso es la forma más pura de amor.
“Dios es más afectuoso con Sus siervos que una madre con sus hijos”. (2) Profeta Muhammad, la paz sea con él
El camino al amor
Dios es el ser más amoroso, y Quiere amarte con Su amor especial.
Pero, para abrazar completamente ese amor, y para que tenga sentido, debes amarlo y seguir el camino que conduce a Su amor. El amor se expresa en acciones; alguien que te ama mostrará su amor. Una clara señal de que amas a Dios es que lo haces el Único destinatario de tu adoración.
En el Islam, “adoración” es un término amplio que se refiere a conocer a Dios, amar a Dios, obedecerlo y someterse a Él, y dedicarle sólo a Él todas las buenas acciones.
Cualquier cosa buena que hagamos puede ser un acto de adoración, ya sea alabar a Dios, ser bueno con nuestros padres y familia, reflexionar sobre la naturaleza, dar caridad, ayunar, sonreír, buscar curas médicas o incluso tener buenos pensamientos acerca de Dios y perdonar los errores de la gente.
Todos estos actos se consideran adoración si son hechos por la causa de Dios.
“ Su Dios es un Dios Único, no hay divinidad [con derecho a ser adorada] salvo Él, el Compasivo, el Misericordioso. En la creación de los cielos y de la Tierra, la sucesión de la noche y el día, el barco que surca el mar para provecho de la gente, el agua que Dios hace descender del cielo con la que da vida a la tierra árida, en la que diseminó toda clase de criaturas, y en la dirección de los vientos y el control de las nubes que están entre el cielo y la tierra, en todo ello hay signos para quienes razonan. Existen personas que toman en lugar de Dios a otros que consideran iguales [a Dios], y los aman como sólo debe amarse a Dios; pero los creyentes aman más a Dios [de lo que estos aman a sus divinidades]. Ya sabrán los injustos cuando vean el suplicio que les espera, que a Dios pertenece el poder absoluto y que Dios es severo en el castigo”. Corán 2:163-165
Conocer el vasto alcance de la generosidad y la misericordia de Dios nos hará siervos agradecidos. Con la gratitud viene el amor, y cuando nos acercamos a Dios, Él también se acerca a nosotros. Sentirás la presencia de Su misericordia y perdón, y experimentarás la realidad de Su amor, porque cuando recuerdas a Dios, Él te recuerda. Así, el siervo ama a su Señor y el Señor ama a Su siervo.
“Dios, el Altísimo, dijo: ‘Soy como Mi siervo espera que sea. Estoy con él cuando Me menciona. Si él Me menciona para sí mismo, lo menciono para Mí mismo; y si él Me menciona en una asamblea, lo menciono en una asamblea más grande y mejor que esa. Si se acerca a Mí la distancia de una mano, Me acerco a él una distancia de un brazo. Cuando venga a Mí caminando, iré a él corriendo”. (3) Profeta Muhammad, la paz sea con él
En el Islam, adorar a Dios también significa que aceptamos que nada en absoluto comparte el poder y la capacidad creadora de Dios, y afirmamos que Sus nombres y atributos son sólo para Él. Todos los actos de adoración son por y para Él únicamente. Toda la alabanza es para Él, y sólo Él debe ser llamado cuando necesitamos ayuda.
“Todas las alabanzas son para Dios, Señor de todo cuanto existe, el Compasivo, el Misericordioso. Soberano absoluto del Día del Juicio Final, sólo a Ti te adoramos y sólo de Ti imploramos ayuda. ¡Guíanos por el camino recto! El camino de los que has colmado con Tus favores, no el de los que cayeron en Tu ira, ni el de los que se extraviaron”. Corán 1:2-7
Los nombres y atributos de Dios no tienen deficiencias ni defectos. Él no tiene hijos ni hijas, y tampoco tiene padre o madre. Él nunca nació, y nunca morirá. Él es único y no es como Su creación o como cualquier cosa que podamos imaginar; Él es trascendente y máximamente perfecto.
“Di: ‘Él es Al-lah, Uno. Al-lah es el Absoluto. No engendró ni fue engendrado. Y no hay nada ni nadie que sea semejante a Él’”. Corán 112:1-4
Un signo de amor
Un signo de nuestro amor está en lo que hacemos. Amar a Dios no es sólo una afirmación, está probado y expresado por cómo actuamos y en quién nos convertimos.
Adorar a Dios es la máxima expresión de nuestro amor por Él. Hay tres razones que deberían obligar a cualquier ser humano racional a adorar a su Señor con todo su corazón, alma, fuerza y mente.
La naturaleza de Dios
Dios, por definición, es Aquel que tiene derecho a nuestra adoración; es un hecho esencial de Su propia existencia. Elogiamos a las personas todo el tiempo en virtud de sus atributos, aunque no nos beneficien directamente de ninguna manera. Considere nuestro aplauso o admiración por las estrellas del deporte, los artistas y los científicos. Sin embargo, a diferencia de los humanos, los nombres y atributos de Dios son perfectos. Esto significa que Dios es digno de nuestros mayores elogios. Dios es de Quien deberíamos estar asombrados, y es Su grandeza la que debe captar nuestra atención.
Crecemos en nuestro conocimiento de Su naturaleza majestuosa al observar la naturaleza, todas las magníficas formas de vida en la tierra, los mares y el aire han sido creados por Él. ¡Todo este vasto universo es sólo una pequeña parte de Su creación entera!
“¿Acaso no observas que Dios hace descender del cielo el agua, y que con ella hace brotar diversas clases de frutos, y que algunas montañas tienen vetas blancas, rojas y negras, de diversos colores, y que los seres humanos, los animales y los rebaños los hay de diversos colores? Los siervos que tienen más temor devocional de Dios son los sabios. Dios es Poderoso, Absolvedor”. Corán 35:27-28
Un punto importante con respecto a adorar a Dios es que es Su derecho, incluso si no recibimos ningún tipo de recompensa. Adorar a Dios no es como un negocio por el cual Él nos da bendiciones y Lo adoramos. ¡De ningún modo! Él es adorado por quién es Él, y no necesariamente por cómo decide distribuir Sus bendiciones.
“¡Dios! No existe nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Él, el Viviente [Eterno]…”. Corán 2:255
Bendiciones De Dios
Si realmente reflexionamos sobre esto, deberíamos estar eternamente agradecidos con Dios, porque nunca podríamos agradecerle lo suficiente por todas las bendiciones que nos ha dado. Cada cosa que tenemos en nuestras vidas, cada cosa que apreciamos en nuestros corazones, proviene de Él; desde nuestra capacidad de respirar, hasta los seres queridos que Él puso en nuestras vidas. Sólo piensa en una de estas bendiciones: el corazón humano.
El corazón humano late alrededor de 100.000 veces al día. Cada latido es precioso para nosotros. Cualquiera sacrificaría una montaña de oro sólo para asegurarse de que su corazón funcionara correctamente para mantenerse vivo. Ciertamente debemos estar agradecidos con Dios por cada latido que nos mantiene vivos. Desde esta perspectiva, cualquier otra cosa que no sea un latido del corazón es un plus. Imagina la tremenda gratitud que debemos expresar por todas las otras bendiciones que Dios nos ha dado.
“Dios hizo nacer del vientre de sus madres sin conocimiento [del mundo que los rodea]. Él los dotó de oído, vista e intelecto, para que sean agradecidos”.
Corán 16:78
Nuestra dependencia
Dios lo ha creado todo. Él sostiene permanentemente todo el cosmos y nos provee por Su generosidad. El Corán repite continuamente este concepto de varias maneras, lo que provoca una sensación de asombro en el corazón del lector.
“¡Oh, gente! Ustedes son los que necesitan de Dios, mientras que Dios es el que tiene domino absoluto y es digno de toda alabanza”. Corán 35:15
Desde que Dios nos creó, nuestra existencia depende únicamente de Él. No somos autosuficientes, incluso si algunos de nosotros estamos engañados pensando que lo somos. Ya sea que vivamos una vida de lujo y tranquilidad, o en la pobreza y las dificultades, en última instancia dependemos de Dios. Nada en este universo es posible sin Él y lo que sea que suceda es debido a Su voluntad.
Incluso nuestro éxito en los negocios o las grandes cosas que podemos lograr, todo esto se debe en última instancia a Dios. Él creó las causas en el universo de las que nos servimos para lograr el éxito; y si Él no desea que tengamos éxito, nunca lo tendremos.
Comprender nuestra dependencia de Dios debe evocar un inmenso sentido de gratitud y humildad en nuestros corazones. Ser humildes ante Dios y agradecerle es una forma de adoración.
“¡Oh, gente! Recuerden las bendiciones que Dios les ha concedido. ¿Acaso hay otro Creador además de Dios que los sustente de lo que hay en el cielo y en la Tierra? No hay nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Dios. ¿Por qué entonces se desvían?”. Corán 35:3
Encontrar a nuestro Amado
El amor de Dios es un principio fundamental del Islam. Es el núcleo mismo de todo lo que hace un musulmán.
El amor de Dios realmente no puede ser explicado o razonado, debe ser experimentado. El amor es una cuestión del corazón, más que de la mente. La vida es demasiado corta y preciosa para distraernos con otras cosas que no sea buscar el amor de Dios, porque al final de nuestras vidas nos encontraremos con Dios y Él nos amará porque creímos en Él y Lo seguimos, o nos despreciará por no haber creído en Él y no haber seguido Su camino.
“Quien ama encontrarse con Dios, Dios ama encontrarse con él; y quien odia encontrarse con Dios, Dios odia encontrarse con él”. (4) Profeta Muhammad, la paz sea con él
Tengamos un corazón humilde, y busquemos sinceramente la guía de Dios. Este es ciertamente el camino a Su amor y al éxito eterno. Dios mismo declara que Él es el más Misericordioso, y Él envolverá en Su amor a aquellos que creen, Lo adoran y hacen el bien.
“El Compasivo hará que quienes hayan creído y obrado rectamente sean amados”. Corán 19:96
Sólo aquellos que siguen fielmente la guía de Dios son dignos de Su amor, aunque Su Misericordia abarca a toda la creación. Esto tiene sentido. Dios no ama a una persona por su riqueza, belleza, linaje, fuerza, elocuencia, intelecto, raza o género. Más bien, Dios ama a los que están más conscientes de Él y hacen el bien.
“Di: ‘Si verdaderamente aman a Dios, ¡síganme!, que Dios los amará y perdonará sus pecados’. Dios es Absolvedor, Misericordioso”. Corán 3:31
Dios nos ha mostrado el camino para obtener Su amor: seguir la guía de Sus profetas y mensajeros, a quienes envió a lo largo de la historia de la humanidad. Todos ellos invitaron a sus pueblos a tener ese vínculo con Dios.
Esto incluyó a Adán, Noé, Abraham, Moisés, Jesús y el Mensajero final, Muhammad (la paz sea con todos). Ellos son nuestros guías para amar a Dios.
Los musulmanes amamos a Muhammad (la paz sea con él), ya que nos mostró cómo conectarnos con Dios. Su mensaje fue simple: amar a Dios más que a cualquier otra cosa, y sólo adorarlo a Él, seguir Su guía y hacer el bien. Entonces, si quieres encontrarte con Dios, primero necesitas alinear tu corazón para que nada sea más importante en tu vida que Él. Un hombre le preguntó una vez al Profeta Muhammad (la paz sea con él) sobre la Hora, el Día del Juicio, aquel día en que Dios juzgará y decidirá quién irá al Paraíso y quién irá al Infierno, basándose en las acciones que haya realizado.
El hombre preguntó: “¿Cuándo será la Hora?”. El Profeta Muhammad dijo: “¿Qué has preparado para ella?”. El hombre respondió: “Nada, excepto que amo a Dios y a Su Mensajero”. El Profeta dijo entonces: “Estarás con aquellos que amas”. (5) Profeta Muhammad, la paz sea con él
Pide a Dios que te dé guía, ciertamente Dios guía a quien es sincero y quiere volver y acercarse a Él.
Referencias
[1] La mayor parte de este folleto es una adaptación de varias partes del Capítulo 15 del libro de Hamza Andreas Tzortzis, La realidad divina: Dios, el Islam y el espejismo del ateísmo, publicado por FB Publishing, 2016.
[2] Narrado en Bujari.
[3] Narrado en Bujari.
[4] Narrado en Bujari.
[5] Narrado en Bujari.